...
A veces los momentos más sencillos de tu vida se convierten en los más especiales.
lunes, 14 de marzo de 2011
Ni contigo ni sin tí.
Después de casi seis meses sigo aquí, esperando a que el destino te ponga de nuevo en mi camino. En que algún día cruce cualquier calle y estés allí, a la vuelta de la esquina, con esa sonrisa esperándome para abrazarme y besarme como tú sólo sabes... De repente, me levanto una mañana sin querer saber nada de ti porque ya me hiciste daño una vez y no quiero que la historia se vuelva a repitir. Así que no contesto a tus mensajes ni a tus llamadas, aunque me muero por verte y por estar contigo. Sufro por tu ausencia, aunque sé que más sufriré con tu presencia... Pasan los días, veo como tonteas con muchas y lloro como nunca, no lo puedo soportar. Cuando creo que por fin lo he superado que ya te he olvidado, apareces, diciéndome que me echas de menos que me quieres que me necesitas... ¿Lo peor? Que me lo creo y otra vez en el mismo bucle. Predestinada a sufrir por esto, por un amor que sólo siento yo por ti. Sé que hoy estarás y que mañana te irás. Sé que no te gusta atarte, que lo tuyo es ser vividor. Pero también sé que por mucho que te ame, por mucho que te extrañe, no me tendrás ahí esperándote... Escuchame bien, te doy una única oportunidad, no me defraudes como has hecho siempre, aprovéchala te prometo que no te arrepentirás. Sé que tienes miedo, pero más miedo tengo yo a que me digas que no, que te cansaste de mi y de que encontraste a una mucho mejor...
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