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Nunca subestiméis el poder del destino, porque cuando menos te lo esperas, el detalle más insignificante puede causar un efecto en cadena que cambie el rumbo de tu vida. Incluso un accidente o algo similar puede ser positivo o negativo. Depende de como lo mires. Del modo en que cambie tu vida a partir de ese momento, sabrás quién es verdaderamente tu amigo y quién no lo es, quién te aprecia realmente y quién no lo hace. Créeme, todo pasa por una razón… Si tienes una segunda oportunidad, tómala con las 2 manos. Si esto cambia tu vida, adelante. Dios nunca dijo que la vida sería fácil, solo prometió que valdría la pena vivirla. Así que atesora cada momento que vives.
El destino puede cambiar todo en un segundo, puede hacerte abrir los ojos o puede hacer que cambie tu modo de ver el mundo, así que sonríe y sé felíz. Lo que a tí te ha pasado, tarde o temprano pasará factura en los otros."